lunes, 19 de noviembre de 2012

El fútbol nuestro de cada día

La selección colombiana ilusiona a todo el pais en su clasificación al Mundial Brasil 2014. FOTO: FUTBOLRED.COM


La generosidad que muestra nuestra selección colombiana de fútbol es totalmente diferente a lo que se juega en el rentado local. Son dos cosas distintas, son identidades excluyentes.

Mientras en la selección se nota como los jugadores rotan rápidamente la pelota, se despliegan por las bandas y buscan de manera estratégica la forma de meterla en el arco rival, en la Liga Colombiana pasa lo contrario, el juego se torna aburrido, lento y con pocas oportunidades de gol.

A pesar  que todos llevamos la misma sangre, el mismo orgullo patrio, no existe coherencia entre lo que juega la selección absoluta y los clubes en el campeonato local.

En la semana que concluyó ayer, vimos un amistoso Colombia - Brasil o Brasil - Colombia, como lo quieran decir pues se jugó en terreno neutral. Se atisbó una gran presentación de la tricolor en un partido intenso de principio a fin, con ataques contundentes, con llegadas inquietantes, mostrando una defensa solida cuando se le exigió y un arquero de talla mundial. Claro, es un compromiso amistoso en donde no está en riesgo nada y los dos equipos dejan jugar en busca del espectáculo para cumplir con las expectativas de quienes pagan la boleta para ingresar al estadio. No obstante se notó a un grupo de jugadores que nos llena de esperanzas de regresar nuevamente a disputar un Mundial de este deporte. 

Al finalizar la semana, nos volcamos a ver los juegos de la semifinal del fútbol colombiano. Vimos pasajes de Medellín - Itaguí. Partido que entró en letargo. Dando somnolencia a todo aquel que lo veía. Para la muestra su resultado: no hubo goles! Lo más triste es que festejó el equipo visitante como si hubiese conseguido la victoria.

Al termino del partido el estratega de Itaguí, Leonel Alvaez, indicó "Teníamos en mente regalarle al rival parte del terreno de juego para que propusieran e intentara buscar espacios. Después de los cambios del Medellín quise ganar el partido, vi que se podía. Jugamos más serios porque queríamos empezar con pie derecho los cuadrangulares". Por esta estrategia el juego se volvió aburrido. sin compromiso alguno de querr ganar.
DIM - Itaguí, un juego sin sabor. No se hicieron daño ni goles. FOTO: MPsportsimages.com

Luego observamos Junior - Millonarios, el partido clave de esta llave por el comportamiento que tuvieron los clubes en la primera fase. Aunque el el encuentro tuvo más emociones, hubo goles -2.1 ganó el equipo de casa- el espectáculo fue el mismo. Un equipo que ataca, logra un gol y luego se aferra a él. Cuando logra el objetivo entrega la pelota y el juego es a defenderse.

Y es que en el balompié colombiano lo importante es ganar sin importar por cuanto.

Si cada uno de los actuales directores técnicos de los clubes que están en competencia se ciñen a lo que indica el articulo noveno de la reglamentación de la Liga Postobón II en casos de empate. "Si dos (2) o más clubes empatan en puntos en cualquiera de las posiciones de los “CUADRANGULARES LIGA POSTOBON II ”, el puesto se decidirá a favor del  club que  haya obtenido mejor ubicación en la tabla de posiciones de la fase todos contra todos LIGA POSTOBON I", entonces lo vital será triunfar, obtener tres puntos, sin darle importancia al marcador. 

Para qué marcadores abultados?, para qué un espectáculo mejor?, para qué darle al hincha un deleite?, para qué?...si con un gol de diferencia basta.

Lo acontecido ayer en el Estadio Metropolitano fue muestra de ello. Los tiburones inician el juego con un alto volumen de ataque, con jugadas peligrosas que inquietaron el arco rival, logrando desesperar a los contrincantes. Un Junior que empieza a ganar temprano, a los 14 minutos festejó el primer tanto ante una magistral jugada de Teófilo Gutiérez, quien luego de intentar rematar al arco hace que Lewis Ochoa desvíe la esférica a la red.  
Junior empezó con pie derecho y lidera el Grupo A de los cuadrangulares. FOTO: MPSPORTIMAGES.COM

Luego de lograr la diana ceja el espectáculo, cesa la atención y el deleite de todos. La pelota es entregada a Millonarios, quién no supo controlarla ni administrarla, no generó jugadas peligrosas ni exigió al cancerbero Viera. Junior reaccionó en varios contragolpes accionados de los pies de Gio Hernandez, quién en uno de ellos pudo dejar mano a mano a Teófilo Gutiérrez con el el arquero Luis Delgado, aprovechó el tiburón y acabó con la ilusión capitalina.

Mientras esto sucedió en el Metropolitano, en Ibagué el Deportes Tolima, quién también integra el Grupo A de los cuadrangulares, aplastó a Equidad 3-0 pero de nada la sirvió porque para ser líder del grupo debe esperar que tanto Millonarios como Junior tengan menos puntos que ellos.

Así es el fútbol nuestro de cada día, el que nos compete y nos emociona. Le falta espectáculo, brío pero es nuestro, hay que quererlo.