miércoles, 12 de octubre de 2011

Colombia derrota a Bolivia con un final merecido.

El fútbol es un juego de revanchas.

Y si que las tiene. Casó palpable es el partido que ayer disputó la selección Colombia ante su similar de Bolivia en la mítica ciudad de La Paz, ante la temible altura y ante un público ansioso de ver ganar nuevamente a su onceno patrio.

Primero fue el mediocampista Dorlán Pabón, quién en el primer tiempo tuvo cerca de abrir el marcador en dos ocasiones pero no fue certero en su punteria. Sus oportunidades fueron a los 21 y 23 minutos. Fue criticado al termino de los primeros 45 minutos por comentaristas e hinchas por eso, por no aprovechar las ocasiones claras de gol. Se jugaban tres minutos del segundo tiempo cuando tuvo su revancha, aprovechó un magistral pase de Teófilo Gutierrez y definió en un mano a mano. Primera revancha del juego.

Bolivia salió a buscar el empate y se volcó al campo colombiano, el cual parecía una muralla impenetrable. Insistió con disparos potentes desde fuera del área. Esta es su mayor fortaleza y su arma letal, la cual utilizan mucho en sus predios por el tema de la rapidez y liviana que se torna la pelota a 3.600 metros de altura. Bolivia intentó en muchas oportunidades con esa táctica y en todas había fallado hasta que en el minutos 85, Flores sacó un riflazo que no pudo atajar el arquero David Ospina. En esta oportunidad la revancha fue para los bolivianos, que intentaron y trataron de vulnerar la defensa colombiana hasta que lo lograron.

En el segundo tiempo ingresó Falcao Garcia. Solamente alcanzó a jugar los útlimos quince minutos. Su nombre había causado polémica en muchas personas pues el técnico Leonel Alvarez decidió dejarlo en sentado en el banco, quizás para protegerlo del agotamiento físico que deja el correr en la altura o para que su magia resaltara ante los seguidores del juego, como una especie de truco final. Todo un prestigio. Y así fue, anota un gol, luego de un contraataque que inicia James Rodríguez, quién coloca un pase dibujado a Dairo Moreno y éste notó que Falcao ingresaba por el centro, se la cede para que el júbilo nacional se diera en el útlimo suspiro del juego. 1-2 final. Tercera revancha, y la que más nos encanta, el goleador tuvo su oportunidad y la aprovechó.

Ahora todo es historia, todo es alegría, la cual seguirá hasta el mes de noviembre cuando Colombia reciba en el majestuoso Roberto melendez a Venezuela y a la encopetada Argentina.

 


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