Gusto por el Junior

 Con el partido que disputó Junior el pasado domingo contra el conjunto Real Cartagena cerró la primera vuelta de la Liga Postobón con un balance que tiene varios sabores.

Junior culmina la primera etapa del torneo con 14 puntos y ocupando la sexta posición a cuatro puntos del primer lugar que encabezan Huila y Tolima.

La escuadra tiburona ha presentado en el recorrer de la liga muchas sensaciones que cada hincha, cada jugador y cada integrante del cuerpo técnico a saboreado hasta la saciedad:  

Dulce: Junior volvió a la senda goleadora. Lleva dos partidos seguidos ganando por el mismo marcador abultado (3 goles a 1). En la octava fecha doblegó a Boyacá Chicó y en la siguiente a Real Cartagena. El nuevo delantero en punta, Luis Carlos Ruiz, ha conseguido anotar la mitad de los últimos seis goles.

Agridulce: Ganarle a Real Cartagena, sin lugar a dudas. Los cartageneros han sido superiores a los rojiblancos en muchos partidos y había que colocarle coto a eso.



Foto: nuevoestadio.com



Salado: Luis Paez tuvo oportunidades, demasiadas en mi consideración, para demostrar que era un goleador y no las aprovechó. Ahora aparece Luis Carlos Ruíz como la papeleta de salvación y ha respondido con goles. Lleva cuatro en tres juegos.

 Amargo: Las diferentes lesiones que presenta el conjunto hace que el técnico no tenga un esquema titular. Cada juego ha traido su afán por lo tanto no se tiene una táctica definida.

Acido: El acompañamiento de los hinchas al estadio durante el año es demasiado bajo. Le quedan cuatro juegos en casa y en ellos deberá demostrar que la localia se hace respetar en el estadio Metropolitano y para ello necesita del apoyo del público en el mismo escenario.

  

Aún queda por disputar la mitad de la primera fase del campeonato y lo cierto es que, aunque el sabor que deja la escuadra currambera no es el más dulce, por ahora está ingresando a los lugares de privilegio. Ya el tiburón empieza a morder.

Celebrando el galardón de Francisco El Hombre 2012

Los Hijos del Viejo Migue, agrupación  conformada por Alfonso "Poncho" Quevedo, voz líder, y Miguel Chitiva en el acordeón fueron los grandes ganadores de la cuarta edición del Festival Francisco El Hombre, celebrado del 14 al 19 de marzo en Riohacha.

Poncho Quevedo se llevó el galardón de mejor cantante, mientras que el grupo se alzó con el trofeo me mejor agrupación. El premio de mejor acordionero fue para Robinson Elis, comapañero de Orangel Maestre y como mejor canción inédita fue catalogada ""En mi Guajira" compuesta por Fabian Corrales e interpretada por "El Bola" Corrales.

La Pizarra de Carlón estuvo con los ganadores en las calles de la capital de La Guajira compartiendo el triunfo.

Un tiburón sin dientes

Un tiburón que nada por todas las canchas colombianas sin rumbo. Sin objetivo alguno, que no caza porque no tiene dientes. Un tiburón que se muere lentamente en el rentado local y en la codiciada Copa Libertadores.

Si, el Junior de Barranquilla, la escuadra tiburona, no presenta absolutamente nada ante los aficionados que asisten a los juegos con las ganas verlo devorar a los rivales y ni ante aquellos hinchas que lo vieron aguerrido durante el segundo torneo del 2011. No muestra nada ante el mundo que lo voy volverse campeón con ímpetú, con pundonor en cada compromiso. De ese Junior no queda nada.

Da verguenza como los jugadores rojiblancos corren sin desgano tras el esférico y, lo que es peor, como se quedan mirando a los adversarios diviertirse con el balón y los fanaticos del los equipos rivales burlarse en las tribunas cantando el famoso "ole, oleee, oleeee".

Esto a pasado con en todos los juegos, pero en los últimos compromisos se viene acrecentando ese desanimo, que muestra a un equipo débil en todas sus líneas y sin oxigeno para confrontar todos los minutos de juego. Es que Junior no parece ser el campeón de Colombia.

Los malos resultados son culpados al delantero Luis Paez porque no aun no ha demostrado ser el reemplazo del goleador de Carlos Bacca, al comportamiento que ha tenido el cuerpo arbitral en las incidencias del partidos, a los cambios climáticos y a los sucesivos encuentros que tiene Junior para afrontar tres compromisos con una nómina muy reducida. Pero en realidad es que los resultados alcanzados son debido al accionar de todo el equipo. La defensa, tal como lo hemos reseñado en otros artículos de este año, es muy lenta. Póngase a quién se ponga, el resultado es el mismo: Desubicación en las marcas, nerviosismo en la recuperación de la pelota y retardo en el regreso de los laterales. Para recordar el primer gol que anotó Patriotas este domingo, toda la defensa adelantada y ante un pelotazo recepcionado por Oscar Martinez se la colocó al uruguayo Rodrigo Cubilla para que definiera ante un arco despejado.
Los recuperadores no hacen su función y si lo logran los pases son desacertados. Los armadores se esconden y quedan desdibujados en la cancha y los comprometidos con el gol andan de paseo, ni se notan.

Muchos piden que el tiburón cambie de oceano, que Junior opte por tener otro técnico que le de un aire nuevo pero así se cambié de mar el tiburón sigue sin dientes, sigue jugando a nada.

REPASE LOS GOLES DE JUNIOR PATRIOTAS

Junior ganó y se metió en el grupo de los ocho

Junior gana confianza de a poco. Celebra para arriba ante los pocos hinchas en el estadio

El equipo Junior con la victoria del viernes en la noche ante Itagui 2 goles a 1 logró conseguir un respiro en el torneo del fútbol profesional colombiano.

Y ese respiro se da porque el equipo derrotó al que hasta ese entonces marchaba invicto y lideraba el torneo y de esa forma acortó la ventaja que le tenía en el torneo.

Hasta el momento, el conjunto dirigido por Jose Hernández no muestra un juego contundente, por lo menos igual o parecido al que tenía acostumbrado en el torneo anterior a sus hinchas. Claro, ahora está desarmado sin su goleador Carlos Bacca y quienes han intentado reemplazarlo no le han hecho ni sombra a la imagen del ariete de Puerto Colombia. 

La escuadra rojiblanca no anda bien en su juego colectivo, ni en ninguna de sus líneas. Su defensa le cuesta mantener el arco en cero (solo lo logró ante el Deportivo Cali en la cuarta fecha) y presenta inseguridad en los lanzamientos de pelota quieta. Entre los hombres que la componen se destaca el juego de Héctor Quinoñes, quien a demostrado ser un jugador de doble vía, un jugador que defiende y ataca. Lástima la lesión ocurrida en el juego del viernes que lo marginó del juego desde el minuto 31 del segundo tiempo.

El la parte media del modulo, la referencia sigue siendo Giovanni Hernández. Aunque a menudo se pierde en el juego, su compañero de dupla, Vladimir Hernández lo apoya en la armada de jugadas. La parte recuperadora del equipo ha estado desubicada y sin fuerza en la disputa de la pelota.

En la delantera, que no la hay pues los que ocupan esa posición no anotan. Así lo indican las estadísticas de los goles alcanzados, siete hasta el momento, solo uno ha sido anotado por un atacante. Lo hizo Juan Gilberto Nuñez en la derrota 1-2 ante Envigado en la fecha quinta.

Es por eso que el triunfo le sirvió al Junior para ganar confianza e ir afianzándose en el campeonato, en el que en al final de la sexta fecha se ubica en el octavo lugar y a cinco puntos de Huila y Tolima que ocupan las posiciones de privilegio.