lunes, 12 de marzo de 2012

Un tiburón sin dientes


Junior demuestra un mal momento tras su derrota ante Patriotas

Un tiburón que nada por todas las canchas colombianas sin rumbo. Sin objetivo alguno, que no caza porque no tiene dientes. Un tiburón que se muere lentamente en el rentado local y en la codiciada Copa Libertadores.

Si, el Junior de Barranquilla, la escuadra tiburona, no presenta absolutamente nada ante los aficionados que asisten a los juegos con las ganas verlo devorar a los rivales y ni ante aquellos hinchas que lo vieron aguerrido durante el segundo torneo del 2011. No muestra nada ante el mundo que lo voy volverse campeón con ímpetú, con pundonor en cada compromiso. De ese Junior no queda nada.

Da verguenza como los jugadores rojiblancos corren sin desgano tras el esférico y, lo que es peor, como se quedan mirando a los adversarios diviertirse con el balón y los fanaticos del los equipos rivales burlarse en las tribunas cantando el famoso "ole, oleee, oleeee".

Esto a pasado con en todos los juegos, pero en los últimos compromisos se viene acrecentando ese desanimo, que muestra a un equipo débil en todas sus líneas y sin oxigeno para confrontar todos los minutos de juego. Es que Junior no parece ser el campeón de Colombia.

Los malos resultados son culpados al delantero Luis Paez porque no aun no ha demostrado ser el reemplazo del goleador de Carlos Bacca, al comportamiento que ha tenido el cuerpo arbitral en las incidencias del partidos, a los cambios climáticos y a los sucesivos encuentros que tiene Junior para afrontar tres compromisos con una nómina muy reducida. Pero en realidad es que los resultados alcanzados son debido al accionar de todo el equipo. La defensa, tal como lo hemos reseñado en otros artículos de este año, es muy lenta. Póngase a quién se ponga, el resultado es el mismo: Desubicación en las marcas, nerviosismo en la recuperación de la pelota y retardo en el regreso de los laterales. Para recordar el primer gol que anotó Patriotas este domingo, toda la defensa adelantada y ante un pelotazo recepcionado por Oscar Martinez se la colocó al uruguayo Rodrigo Cubilla para que definiera ante un arco despejado.
Los recuperadores no hacen su función y si lo logran los pases son desacertados. Los armadores se esconden y quedan desdibujados en la cancha y los comprometidos con el gol andan de paseo, ni se notan.

Muchos piden que el tiburón cambie de oceano, que Junior opte por tener otro técnico que le de un aire nuevo pero así se cambié de mar el tiburón sigue sin dientes, sigue jugando a nada.


REPASE LOS GOLES DE JUNIOR PATRIOTAS



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