sábado, 10 de diciembre de 2011

Junior más cerca a la estrella


Foto: Christian Mercado, El Heraldo

El desenguayabe del Día de la velitas no pudo ser mejor. Un partido vibrante de principio a fin que dio como resultado una clasificación a la semifinal y un sueño de ver colgado en el escudo otra estrella. 

A lo mejor el partido del jueves no fue el que todos esperaban. Durante la semana se respiraba un ambiente esperanzador, por donde se caminara los hinchas hablaban que Junior saldría a arrollar al Chicó y acabaría de una vez con las especulaciones que ese punto otorgado en el escritorio no era merecido. No fue así, por el contrario Chicó pegó primero y lo hizo en dos ocasiones. A los diez minutos los rojiblancos ya tenían dos goles en contra. Quién lo creyera. Todo ese ambiente ganador se veía oscuro y había que recurrir al corazón y a la jerarquía para volver el marcador a favor del cuadro barranquillero. Sólo bastaba un empate para ir a la semifinal, solamente eso, nada más.

Es por eso que para buscar el objetivo ocurrieron en el transcurso del partido tres aspectos que hicieron que la escuadra rojiblanca clasificara a la semifinal del fútbol colombiano.


La primera de ellas fue, sin lugar a dudas, la trifulca que ocurrió durante el intermedio del partido en el tunel que accede a los camerinos. El guardián del arco tiburón, Sebastián Viera, se agredió con el mejor jugador que tenía los primeros 45 minutos del encuentro, el volante Yhonny Ramiréz. Esa pelea sirvió para que expulsaran a los dos protagonistas de la discusión y ayudará a debilitar la muralla del equipo de la visitan. Aunque se desmiente que haya existido esta pelea, lo importante es que Chicó perdió a su mejor jugador, quedando debilitado y Junior aprovecho eso a la perfección.

La segunda situación, es el cambio de mentalidad del equipo: el primer tiempo Junior, después de recibir los dos goles empezó a jugar de manera desordenada. Utilizó mucho el juego largo, con pelotazos al vacío que nunca fueron precisos. No pudo penetrar la defensa del Chicó, la cual se aferró a defender los goles que le daban la victoria momentánea. Para el segundo tiempo Junior cambió su forma de administrar el juego. Tuvo mayor posesión de la pelota, con un juego a ras de piso y utilizando hombres creativos como Giovanny Hernández y Vladimir Hernández para penetrar el área rival. Lástima que se tuvo que esperar más de medio hora para que los jugadores barranquilleros se dieran cuenta de eso.

El tercer aspecto que inncidió en el juego para que el Junior saliera clasificado a la siguiente fase fue el espectacular gol que marcó Vladimir Hernández, ante un magistral pase de Carlos Bacca. De lejos, la mejor obra de arte que se ha realizado en el estadio Metropolitano. Hernández, uno de los más diminutos del equipo, fue el grande del encuentro. Se igualó a dos tantos y Junior se conformó con ello pues el empate le servía para seguir en el campeonato. Después fue aguante y angustia, pues Chicó se volvó al arco local en busca del gol ágonico.

Por lo pronto, disfrutamos el pase a semifinales y desde yá se puede decir que Junior está más cerca de la estrella.

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