miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y Messi brilló en Barranquilla


La selección Colombia cayó derrotada 1-2 ante su similar de Argentina en un juego en donde Leonel Messi fue fundamental para darle vuelta al marcador. Dorlán Pabón anotó por Colombia mientras que Messi y Aguero lo hicieron por Argentina. Foto AFP
Las personas que compraron la boleta del partido Colombia - Argentina lo hicieron con dos propósitos: el primero de todos, ver jugar espléndidamente al considerado el mejor jugador del mundo en la actualidad, Leonel Messi. Y, el segundo de los propósitos, que la selección colombiana lograra un resultado favorable ante los argentinos.

El primer tiempo mostró un Messi muy marcado por la defensa tricolor, lo hicieron de manera escalonada, haciendo que el astro argentino participara poco pero al paso de los minutos se fue en el juego y empezó a mostrar lo que saber hacer: Jugar, y jugar bien. Para el segundo tiempo cuando el técnico Alejandro Sabella incorporó a Kun Aguero, el peso de la marca colombiana se distribuyó en dos hombres importantes y allí fue como Messi se despachó y desde los quince de la etapa complementaria ya había igualado el marcador y después sacó aliento para conducir a la victoria celeste. El primer propósito se dio. Messi se paseó por el gramado del Metropolitano que ardía en medio de una multitud que pedía a gritos que el mejor jugador del mundo demostrara su juego, Messi, que se veía fundido por el calor de Barranquilla, sacó aliento e hizo lo suyo y con ello el valor de la boleta, cual fuese su precio, fue bien pagada.

El empate sin sabor ante los venezolanos conllevó a pensar que Colombia tenía la obligación de ganar el partido ante los gauchos. Era una ilusión, solo eso pues el rival era de cuidado y de gran pergamino en su accionar a pesar de las presentaciones realizadas en los juegos anteriores y ante las criticas de la prensa e hinchada argentina. Se empezó ganando, con un gol extraño al finalizar el primer tiempo, luego de un lanzamiento libre que ejecutó Dorlan Pabón y el defensa argentino Javier Mascherano desvió para que descontrolara al cancerbero Romero y la pelota reposó en la red. 1 a 0 y la ilusión, el si se puede salió a flote. El segundo de los propósitos se estuvo dando.

Para la etapa complementaria, el equipo decayó en su estado de animo, en vez de salir motivado por el gol al finalizar el primer tiempo, salió a esconderse y olvidarse de la pelota. Colombia corrió en busca de ella pero los argentinos no se la devolvieron, logrando que los jugadores cafeteros perdieran su físico al no poder recuperar el juego y cada uno de ellos se fueran fundiendo en la caldera de la Ciudadela. Vino la mano del técnico Sabella, hizo cambios oportunos, apareció la magia de Messi y se le dió vuelta al marcador. El segundo propósito no se dio.

Las personas que pagaron la boleta y asistieron al Metropolitano sienten que, a pesar que todos los propósitos que tuvieron al momento de comprarla no se dieron, ir a ver al astro argentino brillar en Barranquilla no tiene precio.

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