El empate a tres goles en el partido que disputaron Junior y Santa Fe anoche en el estadio Metropolitano de Barranquilla se convirtió en un juego de emociones desde su principio hasta su final.
Repasemos algunas de las vividas en el transcurso de los noventas minutos jugados:
Lástima: Da lástima que un equipo logre hacer emocionar en tres ocasiones a su hinchada con gritos de gol, de aquellos que salen del alma, y no logre alcanzar el resultado propuesto: ganar.
Rabia: También da rabia intensa que un equipo no cierre sus líneas del fondo faltando cinco minutos para concluir el partido luego de un gol que lo puso adelante del marcador, como el logrado por Víctor Cortes al minuto 85 del encuentro. Certero cabezazo que hizo temblar a las tribunas del coloso de la ciudadela.
Alegría: Si, alegra ver como mejoran el nivel algunos jugadores, como el caso de Juan David Valencia, quién ingresó motivado por su llamado a la selección colombiana. Encaró, ganó balones e incluso marcó el primer gol del equipo rojiblanco tras un cobro de una falta a los 30 minutos del juego.
Júbilo: Eso fue lo que se sintió cuando Carlos Arturo Bacca se adelanta al rechazo del defensa y logró hacerlo errar y el delantero se lo cobró con una magistral definición al arco custiodado por Vargas. Junior le daba vuelta al marcador en el minuto 38. La fiesta era costeña, no era para menos, júbilo en las tribunas. Euforia total.
Ansiedad: La vivió Sebastián Viera durante el partido: Primero con una pelota que rechazó muy corta y le que quedó en la cabeza del defensa cardenal Centurión. Ese le representó el empate a dos tantos al equipo santafereño. El otro momento de ansiedad le ocurrió al cierre del juego, al querer dominar una pelota en la raya final, se le complicó el dominio del esférico y el árbitro decretó el tiro de esquina que luego se convirtió en el gol agonico que dio el resultado final. No fue el ángel del arco de otros juegos.
Asombro: Cuando todos los hinchas y seguidores aseguraban que Junior continuaría en el primer lugar de la Liga Postobón luego de derrotar al cuadro capitalino en la décima fecha vino el gol que sorprendió a la defensa barranquillera en el último minuto y que deshizo la fiesta.
Gratitud: Al espectáculo brindado por los dos oncenos. El de casa que mostró jerarquía en los momentos difíciles y los visitantes que no se dejaron vencer. Un juego luchado hasta el último suspiro.
Fortaleza: Los goleadores respondieron con goles. Bacca y Cortez se disputan el botín de oro. Dese que se fue Teofilo Gutiérres no teníamos dos artilleros entre los principales goleadores.
Debilidad: Los últimos cuatros goles que ha recibido el conjunto barranquillero ha sido mediante ejecuciones a pelota quieta. Los tres que le encajó Santa Fe y el empate de Real Cartagena en la Heroica indica que el estratega José Hernández debe hacer un plan de acción que conlleve a mejorar la defensa.
Esperanza: Junior a pesar de no haber ganado nos deja con la ilusión que puede disputar la final del fútbol colombiano. Soñamos con eso, con otra estrella más bordada en el escudo y le damos la oportunidad de seguir mostrando su espectáculo en cada cancha que se presente.
La lista de emociones es interminable, seguro que si, pero con en el transcurrir de los minutos, este juego hizo que uno cambie de estado de animo. Fuerza Junior.
Les dejo del resumen del juego lleno de emociones.
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